Los lentes de contacto son un tipo de lentes curvados transparentes y delgados que se colocan sobre la película lagrimal que cubre la superficie del ojo. Su principal función es compensar o corregir diferentes defectos visuales, complementar los tratamientos de algunas patologías oculares o proteger la visión tras una cirugía y, en algunos casos, cubrir cicatrices o imperfecciones en los ojos.

En la actualidad, gracias al desarrollo de la tecnología existen diferentes tipos de lentes de contacto especializados que se adaptan a cada una de las necesidades visuales de los pacientes y permiten mejorar su calidad de vida. Alejandro Lalama, optómetra de la Clínica Oftalmológica Andes Visión, comparte a continuación mayores detalles acerca de estos accesorios médicos, qué tipos existen en el mercado y para qué patologías o casos es recomendable su uso.

Se denominan lentes de contacto especializados o personalizados a aquellos lentes que se encuentran por fuera del rango promedio de corrección tradicional, es decir que se personalizan de acuerdo con hallazgos clínicos específicos de cada paciente. Aquello con el fin de que cada lente se ajuste a las necesidades de la persona y así garantizar una mejor calidad de vida. Estas son las patologías visuales que se pueden corregir o tratar empleando lentillas especializadas:

Los lentes de contacto especializados se dividen en dos grupos: blandos y rígidos. Dentro de estas categorías existe una gran variedad que se adapta a cada una de las necesidades.